Este ejercicio permite al yogui volver a una visión contemplativa de su vida. Le da una perspectiva iniciática de las dificultades y pruebas en su camino. El hecho de colocarse sobre una pierna, con el torso doblado y los brazos a ambos lados, en una búsqueda de equilibrio, ayuda al ser a sentir y encarnar esta búsqueda de estabilidad más profunda en la visión que tiene de sí mismo y de lo que le rodea. (ASALIAH RECEPTIVO)