Este poderoso ejercicio permite inscribir en el fondo de la conciencia el conjunto de las Leyes Iniciáticas. Para ayudar al ser a integrar que el Sueño es como la realización y que la realidad es como el Sueño... Gracias al lenguaje simbólico, el meditador puede así estudiarse a sí mismo a través de su universo físico y su universo metafísico. Ambos están siempre interconectados.
(MIKAEL RECEPTIVO)