El ejercicio propuesto permite al ser hacer el enlace entre la realidad física y la realidad más sutil que la habita: la realidad metafísica. Le ayuda a comprender las analogías simbólicas entre el Universo y el mundo terrenal. Junto con el Mantra Angélico, la práctica de este ejercicio intensifica la apertura del tercer ojo, permite analizar y comprender mejor los sueños, visitar el propio inconsciente. (UMABEL EMISSIVE)