Al ir hacia el interior con la energía angélica, el ser se libera de los recuerdos que le impedían perdonarse profundamente. Así, esta postura está indicada para encontrar ayuda para curar las heridas reavivadas durante el despertar de sus recuerdos negativos. Una nueva vida se revela entonces suavemente y la paz interior simplemente florece, en una hermosa humildad.
(IMAMIA EMISIVA)