Sueño #1: El patrón de mi vida
Sueño: Me muestran una hoja de papel blanco con un diagrama. El conjunto está dividido en dos, lados izquierdo y derecho, que representan unos 10 o 12 rectángulos en total, con escritura en ellos. Comprendo que me están contando las etapas de mi vida, empezando por abajo.
Observo que hacia la parte inferior, la segunda fila, tanto en el lado izquierdo como en el derecho, hay dos rectángulos con una escritura muy pálida. En los otros azulejos, la escritura es más homogénea. Pregunto por qué y me dicen que son mis sueños. También comprendo que son períodos de mi vida en los que no fue fácil. Miro brevemente todo el cuadro y dirijo mi atención al de arriba porque sé que es el final de mi vida.
La escritura del lado izquierdo es normal, el color está bien, pero el rectángulo del lado derecho es todo blanco. No hay nada escrito... Estoy cerca de un coche porque acabamos de llegar. Hay algunos niños que tenemos que llevar a la casa de Andréanne. Quiero que me dejen cuidar al niño más pequeño (de 1 o 2 años). Un joven lo coge y me lo da en brazos.
Camino con el niño que parece un poco dormido, pero de repente dice la palabra "Rumanía". Un poco sorprendido, le miro y le pregunto: "¿Has dicho "Rumanía"? Dice que sí. Vuelvo a entrar en la casa preguntándome por qué ha dicho "Rumanía".
Estoy en la cocina de Andréanne con Guy. Estaba lavando los platos. El tipo estaba buscando algo. Por fin encuentra lo que buscaba. Fue el plato que entró en el microondas. Se lo habíamos dado a Andréanne. Pensé: "Debería haberme preguntado a mí, porque yo sabía dónde estaba. Lo lavo, porque veo que está un poco sucio. Entonces le dije: "Puedes llevárselo. Me dijo: "No, ponlo en el mostrador. Deduzco que Andréanne está descansando. La cocina está un poco desordenada.
Estamos a punto de irnos y Guy, que está delante de mí, me dice: "Ayer estuve pensando en el suicidio (en concreto Guy ya hizo un intento de suicidio unos años antes de que yo lo conociera) y otro día también". Me dijo que había estado en una terapia bastante cara y que le habían aconsejado que pensara en ello de 5 a 10 minutos al día.
Cuando me lo cuenta pienso en la UCM y pienso: "Oh, le habría venido muy bien ir a la UCM. Le miro y le digo: "Conociéndote, debes haber meditado sólo dos veces desde tu terapia. Y dice "sí" con una ligera sonrisa.