A través de este ejercicio, el meditador estudia los efectos que determinados estados de conciencia pueden tener sobre él (alegría, tristeza, bondad, sus Sueños, etc.). Como un científico en su laboratorio, observa lo que se manifiesta y lo analiza, para cuestionarse continuamente y evolucionar. Este proceso le permite desarrollar una profunda receptividad, para percibir las señales y sincronicidades que se ponen en su camino. (REIYEL RECEPTIVO)