Mediante la realización de este ejercicio, el meditador desarrolla el dominio de sus emociones a través del pensamiento y aumenta la confianza en el proceso de purificación de la mente inconsciente, recuperando así la calma y la serenidad necesarias para continuar. Este ejercicio ayuda a desarrollar la sabiduría emocional mediante el estudio y el análisis de las experiencias pasadas. (SEHEIAH EMISOR)