El cuerpo humano está diseñado a imagen de la Conciencia Universal. Así, al desarrollar la conciencia de nuestro cuerpo, exploramos todo el universo. Cada miembro y órgano o sistema se analiza simbólicamente durante su meditación. Al realizar el ejercicio, el meditador descubre su propia esencia y desarrolla las cualidades esenciales para comprender la estructura universal. (HAAIAH RECEPTIVO)