Mediante este ejercicio, el cerebro emocional se activa poderosamente. Al elevar las rodillas rápida y repetidamente, fomentamos la exploración y purificación de los recuerdos inconscientes y las necesidades emocionales. Los músculos de la región abdominal se tonifican, lo que nos lleva a cambiar nuestros comportamientos, a desarrollar confianza, determinación y entusiasmo en el camino. (LAUVIAH EMISSIVE)