Confusión en el aeropuerto

Sueño #1: Confusión en el aeropuerto

Sueño: Me voy de viaje con mi prima, pero no es una prima que conozca en la vida real. Estamos en el aeropuerto, ella tiene que comprar su billete. Cuando miro, veo que no tenemos la misma ruta de vuelta. No puede cambiar nada. Me digo: "Está bien, así será".

Voy a volver a través de los Estados Unidos. Pasamos por la puerta de seguridad, hay mucha gente y nuestro vuelo ya está siendo llamado; me dirijo a la puerta de embarque.

Sueño #2: El viaje y los soldados

Compartir : Me despertaba con un sobresalto con el corazón latiendo rápidamente... Luego, a menudo tenía el corazón apretado, restringido, no fluido... Pensaba que tenía más abundancia emocional que otros, pero en realidad a veces tengo grandes bloqueos.

Sueño: Había hecho un viaje a zonas muy remotas, que me llevó a descubrir 2 lugares/países aún más remotos. Eran valles rodeados de montañas (tonos amarillos, ocres). Mi padre me contaba lo que había descubierto en estas zonas, a las que sólo se podía acceder en helicóptero.

Estaba entonces con un joven piloto asiático en un jet (privado) y sobrevolábamos el país justo antes de las 2 regiones descubiertas. Vi un estadio circular que había sido construido con árboles/troncos por una agrupación espiritual china con un propósito altruista y grandes medios financieros.

El estadio estaba lleno de agua, como un lago artificial redondo en su interior. Una mujer dijo que era hermoso y que este monumento turístico serviría para ponerlos en el mapa. El avión se acercó pasando por debajo de un puente en construcción con árboles/troncos.

Me encontré en el puente. Yo andaba como periodista/observador entre un grupo de antiguos soldados mongoles/chinos. Miré la parte posterior de sus cabezas; llevaban el pelo rapado, poca higiene y sombreros chinos. El puente conducía a un cañón anaranjado en un altiplano. Cerca del cañón (con el evidente riesgo de emboscada), me di cuenta de lo peligrosa e intensa que era la vida de un soldado en aquellos días.

Al mismo tiempo, surgía en mí un lado instintivo de guerrero, al que le gustaba la adrenalina y la vida concentrada en los primeros chakras y la intensidad del animal en una situación de combate. Llegamos a un pueblo de unas 30-40 cabañas idénticas con techo de cúpula dura (de cobre), colocadas de forma muy simétrica. Me quedé atrás y el pelotón avanzó por el pueblo. Pensé que habría una batalla, pero al final las cabañas estaban vacías. Estaban robando cosas.

Se llevó a cabo un ritual muy extraño; con sus espadas, los guerreros se infligieron heridas muy graves. Cada guerrero se apuñalaba en el pecho o en el estómago, a veces incluso dos veces. Pensé que estaban tan acostumbrados a la violencia que la volvieron contra ellos mismos. No creo que se estén muriendo. Los guerreros se daban cuenta de mi pánico y empezaban a correr hacia mí para que hiciera lo mismo que ellos, o me mataran.