¿Qué es la escucha simbólica?

Los símbolos

La definición y el significado de los símbolos -lo que llamamos lenguaje simbólico- es una de las piedras angulares de la comprensión del funcionamiento de la conciencia humana. Este lenguaje se revela esencialmente a través de los sueños, que aprendemos pacientemente a descifrar, para comprender los mensajes que nos llegan para guiarnos en nuestros proyectos, nuestras elecciones, nuestras decisiones, nuestras acciones, nuestras palabras...

El Centro de enseñanza e investigación UCM publicó por esta razón el Diccionario El Código Fuente, una referencia apasionante, ineludible, fundamental, gracias a la cual es posible aprender y comprender, de forma autónoma, las señales de nuestro inconsciente, las claves de nuestros recuerdos...

De esta forma, se vuelve "fácil" – cada vez más con el tiempo – arrojar luz sobre nuestras áreas oscuras, nuestro invisible, las regiones enterradas dentro de nosotros que sólo se descubren si realmente decidimos caminar hacia ellas.

Pero en el profundo deseo de conocerse espiritualmente se esconde a veces una tendencia generalizada a "ver sólo lo invisible", es decir, a interesarse sólo por lo que sucede en el mundo interior, con la consecuencia lógica de alejarse de la presencia concreta de la vida cotidiana, a cansarse de la realidad circundante, incluso a rechazarla. Nos alejamos volando. Nos vamos. Eventualmente, nos perdemos. Porque es posible perderse en lo abstracto... Porque sólo nos escuchamos a nosotros mismos. A veces sólo nos interesamos en nosotros mismos y nuestra "evolución". Y podemos olvidarnos de los demás.

Escuchar

Una de las explicaciones a éste fenómeno es que hemos perdido la capacidad de escuchar. De escuchar atentamente cada momento de nuestras vidas. Una escucha consciente. Al igual que existe el lenguaje simbólico, también hay la escucha simbólica, presente en cada interacción, cada intercambio, cada gesto. Cada silencio incluso ...

Veamos un ejemplo particularmente sorprendente, tomado del testimonio de una profesora, que durante una asamblea de clase, un estudiante de repente se quejó de una incomodidad severa durante una clase de salud.

   - Señor, no quiero ir más a esta clase, me da asco, y la señora no entiende nada, no me escucha. ¡Todo me da asco, me dan ganas de vomitar!

Palabras fuertes, lenguaje crudo, casi brutal; un rostro tenso, estirado, desdeñoso, con muecas...

   - ¿De qué hablaron, José?

   - Fue esa educación sexual, esa cosa repugnante, el aparato masculino. ¡Me da asco!

Cuando nos enteramos entonces de que José no come en la misma mesa que su padre, hasta el punto de quedarse sin comer, que no se hablan, que no recibe dinero de bolsillo, que es uno de tantos hijos nacidos de varias madres, empezamos a entender por qué le repugna el aparato reproductor masculino y por qué ya no quiere asistir a las clases de educación sexual.

En esta primera etapa de acompañamiento de un joven desorientado, en lucha con la vida, la escucha simbólica es primordial. Se trata de detectar las memorias en juego, encontrar las raíces del malestar, comprender a través del corazón qué tipo de destino se ha activado...

Ciertamente tenemos un ejemplo particularmente evocador aquí, casi "obvio", y sin embargo... Si pensamos cuidadosa y honestamente, sobre nuestro día de ayer, nuestra semana pasada, todos nuestros días, ¿estamos realmente escuchando bien?

Están por todas partes alrededor nuestro

No hace falta analizar un caso de maltrato para encontrar símbolos; están por todas partes... Como imágenes que nos ayudan a comprender lo que otros viven en su mundo interior:

• "Ah, ha empezado el invierno, hace muy mal tiempo...
• "Ayer me hice daño en la espalda, pero ya sabes, tengo que seguir ocupándome de las cosas aquí, de lo contrario no pasará nada..."
• "Mi teléfono no funciona; ¡no he visto tu mensaje!
• "Todas estas guerras en el mundo; las cosas van mal..."

Pero también puede ser positivo, por supuesto:

• "¡Estoy encantado con mi última clase de música con mis amigos!"
• "Qué amable de tu parte regalarme estas hermosas flores.
• "Dormí muy bien anoche..."

Cuando practicamos la escucha simbólica, es como si abriéramos los ojos a un mundo nuevo. Todo adquiere un significado que quizá nunca habíamos sospechado. Y gracias a su amiga la ley de la resonancia, forman un dúo de guía de alto nivel capaz de enseñarnos tanto sobre los demás como sobre nosotros mismos.

En esto consiste la escucha simbólica: en oír que detrás del asco o de la molestia hay un sufrimiento... que detrás del frío invernal puede estar el principio de una depresión... que detrás de las flores hay sentimientos que quizá nunca se digan, ni se reciban...

Et vous, êtes-vous bien à l’écoute de la vie ? 🙂